domingo, 25 de septiembre de 2011

Análisis comparativo "La muerte y la doncella" (texto visual y texto narrativo)

La muerte y la doncella es una obra con un grado de violencia que no se puede comparar con nada, es una obra realista, tanto la obra dramática como la adaptación cinematográfica son de carácter violento, y no solo por el hecho de hablar sobre violencia, sino de toda la violencia psicológica que las envuelve. La obra dramática cumple con su objetivo puesto que las acotaciones hacen que el lector pueda crear una imagen mental del escenario, por su parte la película es un texto visual y los escenarios son la imagen que tuvo el director.
Cuando se trata de tensión dramática Ariel Dorfman lo logra muy bien, tanto la obra dramática como la película logran que el lector se mantenga en una especie de tensión que lo hace seguir leyendo o, en su caso, seguir viendo la película siempre esperando saber lo que vendrá, porque aunque parece predecible en algunos casos, en muchos otros resulta tener un resultado diferente al esperado. Su uso de la violencia es muy notorio, eso mantiene la atención en el personaje opresor (Paulina) y el oprimido (en éste caso son dos: Roberto y Gerardo).
Un detalle muy interesante es la historia, si bien el tema, los personajes y la historia son los mismos tanto en el texto dramático como en su adaptación cinematográfica, lo que cambia mucho es la forma de contarlos. No se puede lograr la misma impresión en un teatro que en una película. Un elemento muy importante de esta diferencia es el público; en la obra dramática se habla sobre algunas interacciones con el público que en la película no se pueden lograr como tal, sino que el director usa espejos dentro de la película que reflejan algunos aspectos importantes de los personajes mientras que en la obra de teatro se usa un espejo que refleja al público. Con esto quizá el autor quiso hacer a la audiencia participe del hecho y demostrar como la violencia pude estar presente incluso en la propia casa. También existen detalles, gestos, símbolos, y algunas acciones exageradas que hacen reflejar lo que el autor quiso decir. Un punto rescatable es que el Ariel Dorfman es el autor de la obra dramática y del guion de la película.
La historia en la obra dramática sucede de forma lineal, aunque la historia se basa en hacer referencias a un hecho pasado y a todo lo que sucedió. La película comienza con la que terminará siendo la última escena, lo que sería in extrema res, también hace referencia al pasado, pero al igual que en el texto dramático, solo se hace referencia mas no aparece ninguna escena con algo del pasado.
El texto dramático está muy notoriamente dividido en escenas y actos, en la película se notan los cambios de espacio y los cortes de cámara para pasar de escena. En el texto dramático desde la primera escena sucede el primer punto de tensión, cuando Paulina toma la pistola, y de ahí comienzan a surgir nuevas escenas con tensión hasta llegar al clímax cuando Paulina evidencia a Roberto diciéndole lo de las pequeñas mentiras hasta terminar en un punto de lo más tranquilo en una sala de conciertos. En la película la primera escena es igualmente la última escena, después de ahí sigue la primera escena de la obra y los puntos de tensión son igualmente progresivos hasta terminar con la que fue la primera escena en la sala de conciertos.
El final en ambos textos es, a pesar de tener el mismo final, muy diferente. Como primer punto está el hecho de saber si el doctor Miranda es o no culpable, en la película es muy evidente que es culpable porque incluso lo confiesa ya que fue descubierto y cuenta el porqué de sus actos. En la obra no cuenta como tal sus hechos, Paulina lo evidencia y este niega su culpabilidad y la hace ver a ella como la opresora y violenta. En ambos textos es incierto el final de Roberto, solo se deduce que lo dejaron libre porque lo vuelven a ver en la sala de conciertos.
En conclusión, una obra dramática por más que su objetivo sea el de ser representada por personajes en un escenario, es muy diferente a una película que fue escrita para ser filmada. Un punto que marca mucho la diferencia entre ambos textos es el público, mientras que en el teatro la obra se representa con un público en vivo, la película es un filme que sufre procesos de edición. En la obra de teatro, el director tiene que hacer uso de ángulos de cámara y como no tiene la interacción con el público que el teatro podría llegar a tener necesita el uso de otros símbolos que hagan al espectador entender mensaje esperado. El teatro también hace uso de símbolos pero en una obra como la de Ariel Dorfman, la interacción que se tiene con el público al final de la obra es crucial para entender el mensaje, por su parte la película tiene que hacer el uso de ángulos de cámara y otros símbolos para dar a entender el mensaje aunque no lo logra del todo. La película es la interpretación del director de un texto escrito, la  del texto dramático es la del propio lector.

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